I hate.

-Los domingos.
-La falsedad.
-Promesas no cumplidas.
-Cumplir años.
-Levantarme temprano.
-El verano.
-La compasión.
-La homofobia.
-La televisión.
-No saber nunca como mostrar mis sentimientos.
-El incomodo silencio en ciertas ocasiones.
-A mi pasado.
-El color amarillo.
-La iglesia y todo lo relacionado con ella.
-Que la gente hable sin saber.
-Que nadie se de cuenta de que no soy tan fría.
-La impotencia.
-Mi bipolaridad.
-La cobardía.
-Y sobretodo... A mi misma.

Something that nobody would understand.

-Cuentame que te pasa.
-..¿Eh?
-Nunca estas tan callada, así que venga, cuéntamelo.
-No es nada.
-Te conozco, no me mientas. ¿Ha pasado algo en tu casa?
-No.
-¿Has hecho algo de lo que te arrepientas?
-No, sabes que nunca me arrepiento de nada.
-¿David?
-Mucho menos.
-¿Entonces? Hay algo que se me escapa... Y eso es porque tu no me lo has contado. 
-Ni te lo he contado a ti, ni a nadie. Me juzgarías, y eso no voy a permitírtelo.
-Nunca lo haría.
-Yo se que sí.
-Estaré aquí cuando quieras contárselo a alguien.
-Lo sé.
-Te quiero, pequeña.

Me quede en silencio. 
Obviamente, jamás iba a contárselo, dentro de unos días hasta se le habría olvidado y no volvería a preguntarme más.
Me sentía tan... estúpida.

Resistance.

Ultimamente, estaba tan agotada física y psicológicamente que ni siquiera era consciente de las consecuencias que traerían mis actos. En apenas una semana, mi vida, había dado un grado de 360º, del cual aún me estaba reponiendo. Tendría que pasar algo de tiempo para que fuera consciente de todo lo que se me venia encima, y eso no me hacia especialmente gracia.
Me reconfortaba, el hecho de que al menos, mi agotamiento físico lo podía disolver con muchisimas horas de sueño, pero... ¿Y el psicológico? Era casi imposible hacerlo desaparecer ultimamente.
Ni siquiera las cosas a las que antes me aferraba para sentir mejor en este momento causaban efecto... Me sentía muerta en vida. 
Y como algo no me hiciera sonreír de nuevo, iba a estar en ese estado mucho más tiempo.

Small pleasures.

Todo el mundo siempre me dice que suelo tener "manías" raras. Que las cosas que a mi me resultan gratificantes, a otros sin embargo, les parece una soberana estupidez. Aunque yo no lo creo.

Me encanta la lluvia. El café. El olor a tierra mojada. Dormir junto a mi perra y sentir como la paz me invade todo el cuerpo. Las rosas negras. Que me saquen una sonrisa con cualquier tontería. El sonido del agua. Pasarme horas mirando fotos antiguas. Estar sentada en lo alto de mi casa, con el iPod y sentir las pequeñas ráfagas de aire que me ponen la piel de gallina. Que me acaricien el pelo. Besar a alguien despacio, muy despacio. Tumbarme en el césped de cualquier parque en las tardes de verano sin hacer nada especial. Que tan solo la frase de una canción me emocione. Llorar de alegría. Que alguien esboce una sonrisa por mi culpa. El cielo. Las cosas azules. Y sobretodo, escuchar un simple "Te quiero" de la única persona que me mueve algo por dentro. 

 
Y.. seguramente, me deje mil cosas más.