Rediscover the past.

Aparque el coche y me quede unos instantes metida en él, intentando encontrar las palabras exactas que iba a decirle cuando volviera a verle. Respiré profundamente, cogí mis cosas y salí. Nada más pisar el suelo las piernas empezaron a fallarme e inevitablemente, tuve que sujetarme al coche para no caerme. No entendía el motivo por el cual estaba haciendo esto. Ni siquiera me había parado a pensarlo detenidamente. Pero sentía la necesidad de ir y verle. Nada más. 1 minuto. Y yo más que nadie sabia que él no se merecía ni un segundo de mi tiempo. 
Subí las escaleras y me plante frente a la puerta. Llame rápidamente, ya que si lo pensaba más, no iba a hacerlo, estaba segura. 
Sentí como alguien abría la puerta despacio y el corazón se me salia del pecho. Tenia ganas de salir corriendo de allí y desaparecer. Irme lejos. Donde jamás pudiera ni encontrarle, ni que el me encontrara. Pero me quede allí, paralizada frente a la puerta, intentando no temblar a causa de los nervios que sentía. Le escuche hablar, ni siquiera le entendía, estaba demasiado sumergida en mis pensamientos.

-Se puede saber quien coño viene a estas...-Al verme, se calló de repente. Me miraba como si fuera algo extraño para el... Con miedo. Pero sobretodo con... rabia.
Yo no sabía que decir, ni que excusa poner para estar allí. 
Nos miramos fijamente, durante un par de minutos, hasta que inevitablemente, las lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas y me dispuse a largarme de allí. El me conocía y sabia cual sería mi reacción, así que sin mediar ni una sola palabra más, me sujeto del brazo, con cierta fuerza y me empujo contra el, abrazándome con fuerza. Yo no podía parar de llorar, le abrazaba con la poca fuerza que tenia en ese momento. Me arrastro hasta dentro de la casa y me llevo a su habitación. Esa habitación... Verla, me causaba incluso más dolor que el hecho de verle a él. Habíamos pasado los mejores días de nuestra relación metidos ahí, sin hacer nada especial. Pero solo él y yo. Nadie más. 
Mientras yo seguía perdida entre mis pensamientos, él, me sentó con suavidad sobre su cama, sentándose a mi lado. Me rodeo la cintura con un brazo y me atrajo contra sí, mientras con la otra mano secaba mis lágrimas. Le miré en silencio y coloque mi cabeza sobre uno de sus hombros, mientras el me frotaba con suavidad la espalda para que dejase de temblar.

-Lo siento... -Lo dijo tan bajo que más que a mi, parecía que se lo estaba diciendo a si mismo. Yo, asentí con la cabeza y le obligue a echarse hacia atrás, tumbándole sobre la cama, mientras me ponía a su lado. Coloque mi cabeza sobre su pecho y una de mis manos, pasó a rodear su cintura. Sentí como el deslizaba una mano hasta mi cabeza y me acariciaba el pelo con lentitud, mientras que seguía diciendome cosas que yo en ese momento no escuchaba. Cerré los ojos y me mantuve en silencio todo el tiempo, hasta que terminé por quedarme dormida.

Era lo único que necesitaba en esos momentos.... Un momento de tranquilidad. Con él. Sentirme protegida, aunque eso solo duraría un día, hasta que yo volviera a mi casa. 
Había sido un cabrón conmigo. Pero yo... en esos momentos, ni siquiera se lo tuve en cuenta. Ya no le quería, pero el cariño que sentía hacia el no iba a borrarse jamás.