Es imposible que las cosas puedan ser tan complicadas, que todo se retuerza tanto que sea tan difícil de volverlo a poner todo en su lugar...
Quizás sea eso, que nada tenga que permanecer en su lugar de origen. Pero las historias que ocupan una primera posición son difíciles dejarlas a un segundo plano.
Nostalgia, me han dicho que se llama.
Cuando recuerdo todo, noto que mi cara cambia el gesto.
Sonrío, y luego, al darme cuenta que es imposible que algo tan bonito haya pasado, que permanezca simplemente en la memoria como una gran mancha imposible de borrar,
llegan los momentos del día, no sé si ya son necesarios o qué, pero se han establecido como algo primario en la peripecia esta del (sin)vivir.

Lo único que se larga y no vuelve nunca es el tiempo.



Alcanzar cada promesa que hice un día conmigo misma
y decir :
 
"Se acabó, porque ya lo he conseguido."

Contamíname con tu sonrisa.




Quiero que me oigas, sin juzgarme, quiero que opines, sin aconsejarme, quiero que confí­es en mi, sin exigirme, quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi, quiero que me cuides, sin anularme, quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi, quiero que me abraces, sin asfixiarme, quiero que me animes, sin empujarme, quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi, quiero que me protejas, sin mentiras, quiero que te acerques, sin invadirme, quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten, que las aceptes y no pretendas cambiarlas.



El amor no existe si no cuesta. 
Oscuridad. Suspiros repentinos. Manos que se cruzan, divertidas, ligeras. Desabotonan, buscan, encuentran. Una caricia, un beso. Y otro beso y una camisa que resbala. Un cinturón que se abre. Una cremallera que baja lentamente. Un salto. En la oscuridad pintada de oscuridad. Feliz de estar allí... Oscuridad hecha de deseo, de ganas, de ligera transgresión. La más hermosa, la más suave, la más deseable.
Ráfagas de luz que dibujan bocas abiertas, deseos suspendidos, sufridos, alcanzados, cumplidos, ojos cerrados, luego abiertos. Y más y más. Como entre las nubes. Cabellos alborotados y asientos incómodos. Manos que proporcionan placer. Bocas en busca de un mordisco y autos que siguen pasando, tan veloces que nadie tiene tiempo de reparar en aquel amor que sigue el ritmo de una música al azar, procedente de la radio. Y dos corazones acelerados que no frenan, que están a punto de chocar dulcemente.
Poco después. Se baja una ventanilla empañada todavía de amor.

Un humor de perros que se consume en caladas.

Soy ninfómana de buenos versos, de papel transverso, de lágrimas sinceras con sabor a sal.

Ay nostalgia, el presente nos ha dejado a solas.
No esperar nada, es lo mejor de todo.
 



Porque solo seras algo cuando no te creas NADA.