-Cuentame que te pasa.
-..¿Eh?
-Nunca estas tan callada, así que venga, cuéntamelo.
-No es nada.
-Te conozco, no me mientas. ¿Ha pasado algo en tu casa?
-No.
-No.
-¿Has hecho algo de lo que te arrepientas?
-No, sabes que nunca me arrepiento de nada.
-¿David?
-Mucho menos.
-Mucho menos.
-¿Entonces? Hay algo que se me escapa... Y eso es porque tu no me lo has contado.
-Ni te lo he contado a ti, ni a nadie. Me juzgarías, y eso no voy a permitírtelo.
-Nunca lo haría.
-Yo se que sí.
-Estaré aquí cuando quieras contárselo a alguien.
-Lo sé.
-Te quiero, pequeña.
Me quede en silencio.
Obviamente, jamás iba a contárselo, dentro de unos días hasta se le habría olvidado y no volvería a preguntarme más.
Me sentía tan... estúpida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario