Mezclar agua con sed.

Te veo sin mirarte, te pienso sin tenerte, te toco sin rozarte, te beso sin sentirte, te tengo sin tenerte, te quiero sin quererlo, te susurro mil te quieros al oido aún queriendo hacerlo a gritos, te siento tan dentro que incluso me duele. 
Y te pierdo... al igual que tu a mi.
Quizá era cierto aquello que una vez te dije: "No estas hecho para mi, ni yo para ti, dentro de poco, me convertirás en un numero más y yo, tacharé tu nombre de mi lista." 
O quizá... quizá tu recuerdo, el sentir que tu aliento aún roza mi nuca, que tus dedos se pierden por los pliegues de mi piel, el calor que me desprendian tus abrazos, tus besos tan dulces y amargos a la vez, tu forma de decirme te quiero sin palabras, la forma en la que me mirabas...eso es lo que aún me mantiene con un poco de vida.
Pero no te quiero, ni un poco, nada en absoluto.
Sé que puedo engañarte. Pero no puedo engañarme a mi misma.

No hay comentarios: