Vierzehn.


Le necesitaba. Le necesitaba demasiado... 
Tan solo habian pasado 48 desde la ultima vez que lo vio, pero parecian siglos.
Se desesperaba en pensar que posiblemente él nunca más volviera a llamarla como tanto le gustaba, ni dibujaria esa sonrisa en su cara, esa felicidad que le corria por las venas tan solo con verle sonreir.
Nada de eso iba a volver a pasar, demasiado orgullo impedia que todo volviera a ser como antes.
Una llamada, una simplemente llamada lo cambiaria todo... Pero no, ella no iba a hacerlo, aunque se muriera de ganas por abrazarle y quedarse ahí, escuchando los latidos de su corazón.
Él la habia perdido, y esta vez era para siempre.. ¿O, no?

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