The end of history was coming...

Rubén. Él. El mismo que me había hecho reir a carcajadas tan solo hacia unos meses. Del cual yo estaba perdidamente enamorada. El mismo que ahora... no quería saber absolutamente nada de mi. Y todo por simples tonterias.
Seguía queriendole, incluso después de todo lo que nos habia pasado estos ultimos meses. Nuestra relación se había ido enfriando con el paso del tiempo. Era una relación con altibajos, demasiados diría yo. Podiamos estar muy bien un día y al día siguiente ni nos dignabamos a dirigirnos la palabra. Y la verdad, no le culpo por ello. El unico culpable de que esto estuviera pasado era ese maldito orgullo tan grande que teniamos los dos. Era un... "Si tu no vienes, yo tampoco." Y por supuesto, esta vez no iba a ser yo la que iba a dar el paso para arreglar nuestra situación. Y si él tampoco lo pensaba hacer, estaba más que segura de que los 3 años que llevabamos conociendonos, en este momento, se habían esfumado por la ventana. 
No voy a darte una muestra de mi amor, ni voy a arrastrarme, bastante lo hice en su día y ya ves, no sirvió para nada.
Y es que... yo no tenía el suficiente valor para decirle toda la verdad. Y nunca lo iba a tener, porque si se enterase de todo, me despreciaria con todas sus fuerzas. Y con razón.
Siempre tendrás un hueco en mi pequeño y escondido corazón.
Y creeme, voy a echarte de menos. No sabes cuanto.

2 comentarios:

Myri dijo...

He vivido una situación similar pero ya han pasado dos años, entiendo como te sientes...yo creía que no habría remedio después de haberlo perdido y q el tiempo no me ayudaría a olvidarlo, pero finalmente lo conseguí y hoy por hoy me quedo con los buenos recuerdos y todo lo demás lo he dejado apartado de mi vida...
Ánimo y ante todo sé fuerte.

la bellevilloise dijo...

Qué triste! al final el orgullo nos separa de la gente que queremos!
a veces hay que olvidarse de uno mismo para encontrar-nos con el otro.
Saludos! lindo blog!