Smoking your memory.


Últimamente estaba más agotada física y psicológicamente que de costumbre. Notaba como si me hubieran arrancado alguna parte de mi cuerpo y se la hubieran llevado lejos. Y posiblemente hubiera sido así. Estábamos separados. Y yo no me hubiese imaginado nunca que el hecho de estar a tantos kilómetros de distancia se me iba a hacer tan cuesta arriba. Tan solo faltaban 3 días para que volviéramos a vernos de nuevo, 3 días sin más, pensé… y una mierda, estaba siendo la peor semana de toda mi vida.
Le necesitaba a todas horas, cada segundo y minuto de mi vida, no podía, no, sin él no podía. Era totalmente absurdo. Yo jamás había dependido de nadie, me consideraba demasiado independiente, siempre metida en mi mundo, con mis cosas, sin hacer caso a todo lo que sucediera a mí alrededor. Pero ahora todo era distinto. Él, había sobrepasado mi barrera, la había derribado por completo  y estaba metido en mi vida como el que más. Lo había conseguido. Había conseguido derribar a la chica fría y dura. Era imposible de creer.  Jamás nadie había estado tan dentro, jamás…. Había sentido que nadie me complementara tanto de ese modo. Nunca había dejado que nadie sobrepasara mis límites, siempre sabia cual era el momento de parar para que no me hicieran daño. Pero él era especial… demasiado.  Me hacia sentir viva, risueña, de buen humor, me hacia sentir a como era yo, antes, antes de todo lo que pasó.
Necesitaba escuchar los latidos de su corazón, que me resultaban realmente fascinantes.  Estar tranquila, junto a el, abrazados en mi cama y sentir como su aliento chocaba contra mi cuello, haciéndome estremecer. Me estaba dando cuenta que lo necesitaba incluso más que al propio aire que respiro. Y mi corazón… que ahora mismo permanecía junto a él, mis latidos, latiendo al compas de los suyos. No quería que mi órgano vital siguiera latiendo si no era junto al suyo. Y en estos momentos, sabía que parte de mi cuerpo faltaba: mi órgano vital. Él. 
 
…La única razón por la cual mi corazón sigue latiendo eres tú. Y nadie más. Tan solo tú.

No hay comentarios: