Sechsundzwanzig.



Risueña. Descarada. Extrovertida. Divertida. Alocada.
Estupida. Rencorosa. Cabezota. Antipatica. Borde.
Dulce. Amable. Enigmatica. Caprichosa. Calculadora. Atrevida.


Yo, yo y yo otra vez. Soy todas esas cosas mezcladas entre si y muchisimas más.
Muy compleja y a la vez jodidamente simple. Incapaz de hacer daño alguno a nadie, ni quiera a la gente que día tras día me ha machacado.
Pero a la vez, soy capaz de hundir a personas con tan solo unas pocas palabras, fría y calculadora como nadie, si me la haces, la pagas, así de claro y conciso.
Me quiero mucho, demasiado, lo sé. Y por ese motivo, hoy en día, soy quien yo quiero ser, quien me propuse ser desde que era una renacuaja, teniendo todo lo que necesito y mucho más.
Intentando apartar de mi camino, las cosas que me hacen daño, quedandome tan solo con lo bueno, lo imprescindible.
En el día de hoy, puedo asegurar que, siendo como soy, así de rara para algunos y simple para otros, soy la persona más feliz del planeta. Con sus altibajos, como todo el mundo, pero siempre he sabido como afrontar los problemas, con pequeños empujones que la gente que me quiere me da día tras día.
Y tengo un corazón, que aunque no lo parezca, no me cabe en el pecho. Capaz de darlo todo, absolutamente todo por la gente que de verdad me importa, capaz de pisotear a quien intente arrancarles un poco de su felicidad. Siempre disponible para quien lo precise, tanto para lo bueno, como para lo malo. Dispuesta siempre a sacarle una sonrisa a quien lo necesite, aunque yo este casi totalmente rota por dentro.
Supongo, que soy alguien que merece la pena conocer. El ego, siempre, va junto con mi nombre.
Soy así, y me encanta ser así. Con mis pequeñas virtudes y mis grandes defectos. Siempre, compensando mis más grandes errores a la gente.


Siendo, simplemente yo.

No hay comentarios: