Zweiundzwanzig.


Encendió un cigarrillo y cerró los ojos mientras aspiraba todo el humo que podia. Eran tan gratificante. Soltó despacio el humo, mientras abria lentamente los ojos y observaba con atención como el humo se esfumaba de la habitación. Ese era uno de sus metodos de evasión, el tabaco. Adicta a la nicotina y al placer que la producia. Sabia que con cada calada se mataba poco a poco, pero ya no la importaba. Su adicción habia llegado a tal punto que era capaz de matar por una calada, solo una, después de esa unica calada se relajaba. Posiblemente era lo unico que la relajaba. Suspiró y se dejo caer de espaldas sobre la cama. Entonces, pensó que el tabaco no era su unico vicio. Sonrío inevitablemente y un nombre se le vino a la cabeza. Esa persona era mucho más adictiva que cualquier otra sustancia que existiera para ella. Ni siquiera habian pasado 48 horas desde la ultima vez que hablaron, pero ella sentia que eso habia ocurrido hace meses. Necesitaba tanto un abrazo suyo. Tan solo eso. Después seria feliz, completamente feliz.

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